Hablar de alimentación en personas con discapacidad puede llegar a ser muy complejo puesto que dependiendo de sus capacidad podrá comer un alimento u otro. Pero sin duda es de vital importancia que esta sea óptima para incluso mejorar su condición. Para ello un nutricionista debe determinar desde la cantidad correcta y el número de veces al día, así como los tipos de alimentos según las horas y los medicamentos que este consuma.
Aunque es importante respetar también lo que les gusta o no a las personas con discapacidad, puede resultar muy complicado establecer una dieta rígida para que estos la consuman con agrado. Lo más importante es hacerles probar con paciencia la gama de productos que pueden comer para saber preparárselas. Y para ello existen varias pautas que forman parte del ritual antes y después de alimentarlos que es necesario dominar.
Uno de los aspectos básicos en la nutrición, después de suprimir los alimentos que definitivamente no puede ser incluido en la alimentación de una persona con discapacidad, es necesario comprender que según el grado de su padecimiento o condición, cada ingesta debe suministrase despacio y de forma espaciada, para brindar el tiempo que el paciente requiera para masticar y tragar bien. Obligarlos a comer puede ser contraproducente.
Identificar, adecuar y enseñar serán clave
Aunque se dijo que es importante respetar los gustos de la persona con discapacidad en cuanto a su alimentación, la dieta no puede saltarse la inclusión de verduras, carnes blancas, frutas, entre otros. Pero si por alguna razón estos son necesarios dentro de la dieta pueden ser camuflados en forma de puré o cremas. Lo importante es no dejar de suministrárselos. Existen cientos de recetas y formulas para que la ingesta sea un momento agradable y de buen gusto al paladar.
Por lo general, las personas con discapacidad llegan a tener algún tipo de inconveniente al masticar y luego al tragar, por lo que la alimentación debe estar ajustada a estos problemas. Esto debe ser identificado por un profesional de la salud y su nutricionista, de esta manera las recetas estarán adecuadas a que su proceso sea más llevadero y responda bien a cada momento de comer.
Por último y lo más importante es comunicar bien a las personas o pacientes con discapacidad sobre lo que están comiendo, esto estimula mucho mas el proceso alimenticio y puede tener respuestas positivas ante ellos. El entorno y los utensilios que se utilicen es vital y debe estar preparado para poder brindarles un momento placentero y como en un restaurant también resulte toda una experiencia agradable y amena.